Viajar con libro
es como el coche que nunca tuve,
como pilotear
la alfombra voladora de Bagdag,
como ser inquilino
del castillo vagabundo de las caricaturas,
como el lobo estepario
que no llega a ninguna parte,
como el dragón
que siempre quisimos tener
como amigo desde pequeños.
Por eso siempre tengo
a la mano un libro,
para largarme lejos,
para terapiar a este maldito cerebro
y a este apolillado corazón y
que nunca están conformes con nada.
Por : El vampiro de Cloaca
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